Sobre el Taller de Escritores Entreletras
El 4 de abril de 1981 un grupo de entusiastas, bajo la dirección del escritor y periodista Jaime Fernández Molano, fundó en Villavicencio el Taller Literario Entreletras, que posteriormente se denominaría Taller de Escritores Entreletras, convertido, luego de 40 años ininterrumpidos, en uno de los talleres más antiguo del país —y de América Latina—. Es importante señalar que Entreletras es cofundador de la Red Nacional de Talleres de Creación Literaria RELATA (antes Renata), coordinada por el Ministerio de Cultura.
El Taller ha tenido tres directores en toda su historia: su fundador Jaime Fernández Molano; el escritor, historiador y crítico literario Henry Benjumea Yepes; y el filósofo, escritor y docente universitario Nayib Camacho O., actual director.
El Taller ha implementado la creación de una escuela literaria que cuenta con programas de formación básica, media y avanzada, orientada a niños, jóvenes y adultos.
Durante sus cuatro décadas de funcionamiento, han pasado más de tres centenares de beneficiarios, muchos de los cuales continuaron estudios literarios, y, en todo caso, gran parte ha seguido ejercitando la escritura. Más de medio centenar de publicaciones de la editorial Entreletras dan testimonio de las creaciones de los escritores que han asistido a las formaciones de esta institución cultural y literaria.
Sesiones del Taller
El Taller de Escritores Entreletras busca que sus beneficiarios se apropien y dominen las diversas técnicas literarias hasta encontrar su propia voz. Aquí la formación no se restringe a una formalidad pedagógica, por ello los textos producidos, más que ser perfectas manifestaciones literarias, son el resultado de un interés subjetivo por darle consistencia al placer de escribir como una manera de sentir y de vivir.
Se busca generar hábitos de escritura y lectura, pero, además, fomentar el diálogo entre sus asistentes y los creadores regionales con el fin de construir un tejido creativo, literario y crítico que permita encontrar las claves de la memoria ciudadana y generar solidaridad creativa mediante métodos especiales de investigación y escritura sintetizados en libros.
Desde este espacio se insiste en la formación estética, la recreación imaginativa y la creación continua, con la finalidad de ampliar el número de lectores y escritores en la región.
Creemos que de esta actividad es posible fortalecer los valores de la comunidad, conocer su historia, descubrir sus personajes y vigorizar la memoria ciudadana. Bajo esta consideración, su producción podrá valorarse como un patrimonio documental que podrá dar cuenta de los intereses temáticos de nuestro medio durante un periodo específico de su historia.
Como institución del patrimonio vivo y del inventario cultural de la región, el Taller ha debido sortear diversos altibajos en materia de apoyo institucional, a causa de su misma libertad e independencia de pensamiento. Sin embargo, a través de la historia ha recibido, en diversos momentos, apoyos de entidades nacionales y locales.
